Prólogo a la Primera edición
De no haber tenido la fruición de
escribir en aquellos torrentosos veinte de mi vida, probablemente hubiese
vencido la cobardía de no arrojarme al vacío. En verdad, este texto novelado es
un salto al vacío, que en vez de haberlo dado con mi humanidad, lo di con parte
de ella, con el desarrollo de una historia tensa e intensa, donde sobrevuelan y
se entrecruzan aspectos muy urticantes para una sociedad, una cultura que tiene
como valores, predicamentales, comunicacionales o educacionales, muy diferentes
a los que valora, aplaude y festeja, paradigmáticamente contrapuestos.
La presente se gestó, sin esperar
más que el tiempo transcurriese, de hecho, casi década y media, han sucedido
entre la finalización de la novela y la presente edición. La decisión de darle
entidad de libro a la vieja usanza tiene que ver, con reconocerle a aquel que
fui, su potencia creadora, su valentía descomunal y su irrenunciable disputa
libertaria.
Es una forma de velar el cuerpo
de quién salto por múltiples causas, las que difícilmente no tengan algo que
ver con alguien que decida darle una lectura o una hojeada rápida.
Es una despedida feliz, muy a
contrapelo a los que nos acostumbraron, de que las mismas, deben ser tristes,
amargas y plagada de lágrimas. Esta partida, me ha permitido reconciliarme
definitivamente, con mi familia de origen, mis padres, y por sobre todo con mi
sociedad, con mi comunidad, con mis circunstancias.
No deseo ni abrazos, ni pésames,
ni oraciones de resignación, léase que la nóvela imponga una corrientes
literaria o filosófica (siempre los que nos dedicamos a esto tenemos este tipo
de delirios de grandeza, que no me cuestan asumirlos y tratarlos) o que sea un
disparador para un cambio cultural o social.
Tengo la plena certeza que, no sé
cuántos con precisión, están en el abismo existencial en el que estuve, y sólo
es un instante el que salten o no. No soy quién para decirles que hacer, de
hecho si se los dijeran en esas circunstancias probablemente harían lo
contrario de lo que escuchen.
No hay mensaje, moraleja, ni
enseñanzas, solamente una historia que puede acompañar a quiénes por diferentes
motivos transiten la proximidad al vacío, con tal que uno solo de los tantos
pueda asirse, agarrarse o aferrarse para no ser tan infeliz, el libro pasara de
ser una base para apoyar un velador a otra
cosa.
Sí en sus manos está que este
ejemplar se pueda multiplicar, para que el cometido antes mencionado se
produzca, que no sea impedimento alguno ninguna miserabilidad humana de la que
pueda ser presa.
Septiembre de 2013.