Tiempo hace que ya no estamos
Mi cuerpo inerte, ya no siente, ni dolor
De haberte pertenecido en esos instantes de paz eterna
A la deriva de la evasión
Me fui hace tiempo,
probablemente te diste cuenta
No te importo hacérmelo saber, o quizá nunca te intereso
Burdos temas para un poema, olvidable
Como una pena de amor, como un nosotros evaporado
No hay traición, así está escrito, aquellas cosas, como las
funestas
Solo duran segundos, recordables, claro, pero que no llegan
al minuto
Estoy tan lejos como cerca de volver, de hecho estoy sin
estar, para amar sin amor
¿Quién podrá decir que se trata de otra cosa, que amerita
otra denominación?
¿A quién le podrá importar tamaño detalle menor?
¿Acaso uno no escribe y rescribe, copia y pega, la historia de
los hombres primeros?
¿No somos esa bastarda reiteración de lo mismo, de un omnisciente
narrador, que se ha empecinado en relatar todas las historias, con todos los
detalles y variaciones, habidas y por haber?
Que se encargue de este final, que no será más que un
comienzo.