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¿El Milagro o la Matanza de la Cruz?


Uno de los  símbolos de la correntinidad  que se conmemora todos los 3 de mayo, y que dispone un feriado local y actos litúrgicos, institucionales, sociales y de toda índole, conocido como “El Milagro de la Cruz”, no es ni más ni menos, que la muerte de un hermano originario.

Según relata la tradición, incluyendo que son varias las versiones, y que algunas versan sobre la muerte de un grupo de aborígenes, difiriendo también, acerca de que sí la muerte de los mismos, fue producto de un rayo o de un disparo de arcabuz, de todas maneras como para echar más claridad, citare textualmente la información, que vale destacar la recibí personalmente, de un cura párroco, a mis 9 años, cuando me obligaron a realizar el catecismo en la Iglesia de la Cruz.    
“La tradición nos habla de un milagro ocurrido en fecha cercana a la fundación. La circunstancia del mismo sería la siguiente:
Los españoles construyen un fuerte en Arazaty que les sirve de base para la exploración del lugar y de su preparación para una futura ciudad. En cercanías al asentamiento los conquistadores colocan una cruz armada con dos trozos de urunday. Unos grupos de aborígenes atacan a los españoles quienes se ven forzados a quedarse en el fuerte y luchar para salvar sus vidas. Los aborígenes, que no pueden vencer a un puñado de hombres, e interpretando que la cruz sería el hechizo que los protege, procuran incendiarla. Pero, oh prodigio, aunque insisten una y otra vez, la cruz no entra en combustión. El milagro de la cruz consistiría entonces en la incombustión de la misma.
En los detalles del acontecimiento milagroso la tradición ya no es tan unánime, pudiéndose hablar de varias tradiciones. Porque a la incombustión una tradición agrega que un rayo habría acertado y matado a los incendiarios aborígenes por lo que el resto habría interpretado una intervención divina en favor de los españoles; y en definitiva a favor de la paz. Otra tradición, en vez de un rayo, habla de un "tiro de arcabuz", el que habría sido interpretado como un rayo, procedente igualmente de la divinidad.”
Es grave que los correntinos, no discutamos acerca de que uno de nuestros símbolos, recalco y recuerdo, al punto que es feriado, tiene su origen en la muerte. Esta muerte, para mal de males, es adjudicada a Dios, ¿algún feligrés o autoridad eclesiástica podrá explicar que tiene que ver al muerte del otro con el catolicismo? por tanto ya no habría que discutir nada más al respecto, como para modificar o erradicar esta festividad.
¿Para que adentrarnos en la historia de la conquista, seguramente plagada de bárbaros colonizadores, que a sangre y fuego, utilizaron a Dios para justificar sus tropelías, sólo entendida por la ambición desmedida y la barbarie?
Acaso, las máximas autoridades de la Iglesia Católica, ¿no se disculparon por el ajusticiamiento de Galileo Galilei, o por la persecución que sometieron a Charles Darwin?
No quisiera hablar de Torquemada y la Santa Inquisición, no se trata de una discusión religiosa, es una propuesta para mejorar nuestros símbolos, que de ninguna manera, tendría que referenciar a la muerte, ni a los cristianos, ni a los correntinos, ni a ambos, a la conmemoración del milagro de la cruz, que se sostiene en la culminación violenta de la vida de un ser humano, de al menos uno, para dar pie a la versión menos cruda. 
 Pero quiero dejar en claro, que no es responsabilidad de la Iglesia Correntina advertir acerca de esta gravedad simbólica, es total responsabilidad de nuestra dirigencia política y social, y sobre todo la que se define como progresista.
No quiero plantear cuestiones binarias, pero no nos podemos decir “progresistas” o que estamos en contra del concepto Conservador de la provincia y pasar por alto la gravedad planteada. Es más, plantar flores los 24 de marzo, o luchar por las cuestiones internacionales, y ni siquiera señalar esto, está más cerca de un burdo acto de hipocresía que de una desinteligencia. Volviendo a ser benévolos, supongamos esto último, bueno, ya esta, que mis compañeros progresistas, se pongan los pantalones largos de una buena vez, si es que los tienen, si es que su desnudez no los deja, en la claridad de en verdad ser socios de los conservadores.
Algo similar ocurrió con las Cautivas Correntinas, mujeres de hombres que empuñaron armas contra nuestros hermanos paraguayos, es más el Gobernador estuvo hace poco en Paraguay, ¿A ningún progresista se le ocurrió solicitarle simbólicamente, a la hermana República, perdón en nombre de la provincia de Corrientes, tal como lo hiciera nuestra Presidente de la Nación?
En el caso de que alguna vez haya existido, una verdadera comunión de pensamientos políticos y sociales de determinadas personas, que con ciertos convencimientos, expresen una línea conceptual, alejada de los valores y los preceptos conservadores, más aún que se tuviera que haber profundizado, en los últimos años, por el advenimiento del gobierno nacional y popular, lo cierto es que los supuestamente progresistas correntinos, brillan por su ausencia,  al menos en un accionar de en serio, parece que los progresistas correntinos, o lo que se dicen que, deben estar guardados en alguna oficina burocrática, o en el mejor de los casos, tal vez, subiendo fotos en algún portal, que tristemente intenta emular la épica de 678.
Es triste, como mínimo que lo que nos representa como símbolo de la Correntinidad sea el asesinato, o la matanza, o la muerte de un ser humano, está muy claro que la guerra cultural, los progresistas o los no conservadores, la seguimos perdiendo por goleada en Corrientes y algunos piensan que hacen historia mientras solo cambian las figuritas formales de los nombres, el sigue siendo otro, sometido, invisibilizado, escondido, oculto, prohibido, anatematizado.-