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Esperar al tiempo

En la actualidad, transitan por vaya uno a saber que ciudad o pueblo individuos
que dentro de un tiempo serán vivados y endiosados por la masa. No tendrán
defectos y sus virtudes, se verán maximizadas, mientras tanto estos futurosprotagonistas, viven apremiados por quien sabe que ambición, ignorando losdesignios del tiempo y por ello, junto a la masa, alabando y rindiendo pleitesía, a los célebres que fueron consagrados por el pasado, quienes pesea solo tener virtudes, o ser carentes de falencias, no pueden ostentar tal congratulación, puesto que el antes que premia con la notoriedad exige acambio la finitud o la mortalidad, por el hecho de que es más fácil endiosar a un cadáver que aplaudir a un mortal,(El caso Nestor K en la politica).Esta inveterada costumbre Argentina, constituye una de las tantas paradojas
que nos desnudan como una sociedad hipócrita y pendenciera. Cortázar, hoy tu obra resalta y recibe tributos por doquier, esos que, este mismo país, te
escatimó  en vida, y que de alguna manera, te impulsaron a partir al
extranjero. No es casualidad, que lo mismo le hubo de ocurrir a Borges,
Marechal y todo Argentino destacado, que no encontró eco, en un país, que se
compromete muy poco con las expresione artísticas de sus ciudadanos.
Es más fácil recibir aplausos en la hora postrera, en la fetidez de una
tumba. En el hediondo clima de los huesos putrefactos. Porque hay que ser
grande de espíritu, para reconocer a un hombre vivo y destacarlo por sus
logros. De todas maneras, el ruin veneno de la envidia, mas tarde que
temprano, se corroe, y deja liberado un reconocimiento vergonzoso, tardío,
empobrecido, pero reconocimiento al fin. Cómo una especie de justicia
divina, pero demasiado humana y que se expide en la tierra. Por eso las
personas que se destacan por su capacidad, artística, laboral o por su
simple condición humana, encuentran, en diferentes lugares, el laudo
merecido. Los homenajes circenses postreros, simplemente son eso, vanos sonidos, de la pedanteria mas efimera, tal como lo podria ser gestionar o administrar en vez de gobernar, prescindir de las ideologias y las convicciones por la sensibileria de la amistad, cuando no del negociado. Demasiado para un texto totalmente olvidable, como tantos, textos y personas, mas no ciertas obras y postulados, referentes eternos y guias en la tormenta de la nada del sentido.